Antes de fin de año hará vuelos de prueba con el objetivo de analizar cómo afectan trayectos tan largos a los pasajeros y los pilotos.
Los test forman parte del proyecto «Sunrise» de la compañía, que pretende operar vuelos comerciales directos entre las principales ciudades australiana (Sídney, Melbourne y Brisbane) y las dos mayores ciudades del Reino Unido y Estados Unidos para 2022. Unos 16.500 kilómetros separan Sídney de Londres y 15.500 kilómetros, de Nueva York.

Estas pruebas serán realizadas en la variante 9S del modelo 787 de Boeing, que tiene capacidad para 250 o 290 pasajeros. En este caso viajará solo un grupo de un máximo de 40 personas, incluida la tripulación, en su mayoría formado por personal de la compañía y científicos.

Los investigadores medirán el impacto que tiene un trayecto de más de 19 horas en la salud y el bienestar de los pasajeros. Analizarán los patrones de sueño y de consumo de bebida y comida, los efectos de la luz y de la falta de movimiento físico. Y no solo en los pasajeros: también en los pilotos, a quienes les colocarán dispositivos de electroencefalograma para comprobar sus niveles de atención y alerta y, a partir de los datos obtenidos, diseñar sus pautas de trabajo y descanso para futuros vuelos.
La compañía actualmente opera, desde marzo 2018, un directo entre Perth y Londres que recorre casi 15.000 kilómetros en 16 horas y media. Utilizará también los datos y experiencias que ha recogido en ese trayecto.
Singapur Airlines cuenta con el récord en distancia directa en un vuelo comercial. Desde octubre de 2018 opera la ruta Singapur-Nueva York, de 16.700 kilómetros, que une las dos ciudades en 17 horas y 25 minutos.
No se ustedes pero creo que prefiero tener al menos una escala corta en un trayecto de 19hs! Siempre viene bien estirar la piernas, usar alguna sala vip, darse una ducha y luego seguir renovado. Igualmente un aplauso para Qantas!