Conquista con su valor patrimonial, su arquitectura de líneas simples y los mitos urbanos que lo rodean. De carácter imponente y vanguardista es el ícono de Buenos Aires de los años ‘30.
Ubicado en el barrio de Retiro sobre la calle Florida 1065 en una importante esquina frente a Plaza San Martín. En 1999 fue declarado Monumento Histórico Nacional y desde ese mismo año la UNESCO lo ingresa al Patrimonio Mundial de la Arquitectura de la Modernidad.

Inaugurado el 3 de enero de 1936. Su construcción se realizó en tiempo récord, sólo en 14 meses. En su obra participan, el Ingeniero Rodolfo Cervini y los arquitectos Sánchez, Lagos y de la Torre. La mentora fue Cora Kavanagh o Corina Kavanagh para los amigos, quien viviera en el emblemático piso 14 “A.

Fue el edificio de hormigón armado más alto de Sudamérica. Sacando del puesto N°1 al hermoso Palacio Barolo por 20 metros.
Su altura es de 120 metros. Lo conforman 31 pisos y cuenta con un total de 105 departamentos particulares, todos distintos. De los cuales 35 tienen terraza privada. Algunas son increíbles terrazas jardín. Estas se logran por la forma escalonada que presenta en su construcción (similar a la proa de un barco). Las vistas que se alcanzan desde cualquier ventana son hermosas.
Los departamentos más chicos tienen unos 100 m2 y los más grandes unos 800 m2.
En el piso 31 encontramos un mirador de 80m2 con un observatorio astronómico.
No está permitido entrar a conocer el edificio. Tampoco existen visitas guiadas. Son departamentos residenciales.

Del esplendor a la quiebra
Corina Kavanagh debió vender tres estancias que tenía en Santa Fé para llevar adelante esta construcción. La finalidad era rentar los departamentos a las familias ricas de Buenos Aires y así recuperar gran parte de la inversión realizada.
Para atraer a los inquilinos deseados agrega detalles de lujo, modernidad y confort considerados de avanzada para la época. El mármol es el protagonista en todo el interior del edificio. Cuenta con doce ascensores, 6 principales y 6 de servicio. Existe un servicio de seguridad las 24 horas. No tiene portero eléctrico. Una recepción anuncia a las visitas, como en un hotel. Tampoco tiene cochera, en aquella época los vehículos quedaban en la calle. Se equipó con un sistema de aire acondicionado centralizado y calefacción central por calderas. Además tenía; sistema telefónico central, una piscina, cámara frigorífica para pieles y alfombras, talleres de lavado y planchado. Y como si fuera poco existían túneles que lo comunicaban con el Hotel Plaza ubicado al lado.
Los departamentos se alquilaron con cocinas eléctricas, muebles empotrados, mesadas de mármol, hornos y relojes eléctricos y refrigerador. Los placares contaban con estantes de robles. Todos los detalles se tuvieron en cuenta.
Corina alquiló sin problema todas las unidades.
En ese época no existía una Ley de Propiedad Horizontal, solo se podían alquilar los departamentos. Cuando se sanciona dicha ley en 1948 los edificios en Argentina pasan a tener partes comunes (accesos, palieres, ascensores, etc) y partes privadas (departamentos).
A fines de la década del ´40 Corina Kavanagh estaba casi en quiebra. Como todo edificio de arrendamiento, el Kavanagh estaba protegido por las Leyes de congelamiento de alquileres y prohibición de desalojos sancionadas en 1943 que continuó durante todo el gobierno peronista. ¿Les suena esto de los congelamientos de alquileres?
Corina perdió gran parte de su patrimonio a causa de la Ley. Debió vender sus departamentos. Sólo conservo dos, en el 6° y 7° piso.
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Cuenta la leyenda…
Corina Kavanagh tenía una relación con Aarón de Anchorena. Este romance no era bien visto por la familia Anchorena. Particularmente por la madre, Doña Mercedes.
Corina no pertenecía a ninguna familia de la alta alcurnia y se la conocía como “la nueva rica”. Esta gran diferencia social separaría para siempre a los enamorados.
Corina ofendida e indignada, resuelve comprar el terreno que se encontraba frente a la Basílica del Santísimo Sacramento, la que fue construida a pedido Doña Mercedes de Anchorena. Allí, Corina decide edificar una torre que “obstaculizara” el contacto visual entre la Iglesia y la residencia de los Anchorena (actual Palacio San Martín). Así nace el Edificio Kavanagh, una vendetta a un amor prohibido.
Debo ser sincera, esta historia es un mito. Doña Mercedes murió en 1920. El edificio Kavanagh se inauguró 16 años después. No pudo existir rivalidad entre ambas mujeres. Además Corina Kavanagh se casó tres veces.
¿Quién vive hoy?
Intelectuales, políticos, artistas, extranjeros que compran los departamentos para luego alquilar.
Algunos de los residentes que pasaron fueron: José Alfredo Martínez de Hoz (Ministro de Economía durante la última dictadura militar), Francis Mallman (chef), Joaquín Morales Solá (periodista), Conrado Bauer (ex-ministro durante el gobierno de Onganía), Alicia Castro (diputada nacional) y Roberto Serra (arquitecto).
Finalmente te dejo un dato
Si estás pensando en alquilar algún departamento en este bello edificio, el monto mensual oscila entre los UDS 1.500 y UDS 3.500.
En cambio, si estás pensando en comprar algún departamento. Los precios van desde USD 200.000 hasta más de USD 1.000.000. Con una expensa mensual de entre $35.000 a $55.000.
Un datazo! Está en venta el piso 14°”A” el que perteneció a Corina. Tiene 489 m2 cubiertos, 251 m2 descubiertos, 6 ambientes, 3 terrazas y jardín. Su valor es de USD 3.500.000 con una expensa cercana a los $100.000 mensuales. Les dejo el link por si les interesa! ????
Tenes una gran ventaja si compras una propiedad en el Kavanagh; no pagas ABL por ser Monumento Histórico Nacional. Para pensar ¿no?
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